martes, 22 de octubre de 2013

Expedición Ralons Gran Canaria. Los sherpas, hijos del Everest. Miguel Ángel Ramírez Alonso.

La expedición Ralons Gran Canaria volvió ayer al punto de inicio de la travesía en la alta montaña nepalí, el pueblo de Luckla a 2.850 metros de altitud desde donde hoy temprano regresará a Katmandú, capital del país.
La jornada supuso la despedida de quienes han sido sus brújulas en la cordillera más alta del mundo: los sherpas. Los sherpas forman parte de una etnia fundada en las faldas del  Everest, en el valle nepalí de Solo Khumbu. Debido a la zona en la que crecieron como comunidad, han desarrollado grandes habilidades de alpinismo, conociéndose cada rincón de la cordillera del Himalaya.
Antes del desarrollo del turismo deportivo en la zona, esta raza nepalí  se dedicaba a la agricultura y al comercio. Sin embargo, gracias al  interés de expediciones extranjeras y, aprovechando la gran destreza en la alta montaña, comenzaron a trabajar primero como porteadores, pero sobre todo, de guías en el Everest y el resto de montañas que le rodean siendo piezas muy importante en la consecución de grandes logros deportivos de la historia.
Junto a Javier Cruz, jefe de la expedición y también conocedor del terreno, los montañeros canarios han contado con el apoyo de cuatro sherpas y siete porteadores para recorrer durante los últimos 15 días la cordillera del Himalaya, alcanzando más de cinco mil metros. El jefe sherpa es Nawang, con el que Cruz consensúa cada decisión dependiendo de la climatología, el estado del terreno y la situación física de los expedicionarios. Este cuenta con el apoyo de Mingma,también especialista en la alta montaña. Mientras que los jóvenes Santus y Dawa, de la raza Tamang pero con acreditación de guías de montaña, han ejercido de apoyo durante el trayecto por la cumbre nepalí. Los cuatro, a su vez, cuenta con la imprescindible ayuda de siete porteadores que
han facilitado los traslados durante los 15 días en la accidentada orografía nepalí. «Los sherpas están muy bien considerados socialmente. Se conocen a la perfección la cordillera del Himalaya, pero sobre todo las grandes montañas, por lo que su ayuda es fundamental», reconoce Cruz. Los 13 isleños tejieron una gran complicidad con los cuatro primeros por todo lo vivido.

Fuente: Alberto Artíles (Canarias7) Foto: Ángel Zurdo

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