jueves, 27 de junio de 2013

Ramírez pasa a ser el segundo presidente de la UD con más años en el cargo. Miguel Ángel Ramírez

 - Miguel Ángel Ramírez, a la izquierda, y algunos insignes presidentes de distintas etapas de la UD Las Palmas
- Miguel Ángel Ramírez, a la izquierda, y algunos insignes presidentes de distintas etapas de la UD Las Palmas


El 1 de julio de 2013 iniciará su novena temporada; supera a Atilio Ley y queda en solitario detrás del mítico Trujillo Febles (quince años)
 
En apenas una semana, Miguel Ángel Ramírez Alonso comenzará su novena temporada en la presidencia de la UD Las Palmas. Lo hará además de forma consecutiva, tras recibir el pleno apoyo de la junta general de accionistas que le respalda desde entonces -más tarde con la única oposición del ex presidente Manuel García Navarro- de forma abrumadora. La era Ramírez representará, a partir del 1 de julio de 2013, la segunda más duradera en la historia de la UD Las Palmas, superando a la del presidente de la final de la Copa del Rey de 1978 (Atilio Ley Duarte) y quedando a la estela del histórico ciclo de Juan Trujillo Febles, el del subcampeón de Liga y el debut de un equipo canario en competiciones internacionales.
 
Pero el hecho con más calado, sin embargo, es que la suya es la más estable etapa de la UD Las Palmas desde que en 1983 perdiera su condición de equipo tradicional de Primera División, tras 19 años consecutivos en la élite. Desde ese fatídico 1 de mayo de 1983 (1-5 frente al Athletic) nada ha vuelto a ser igual en un club que vuelve en 2013 a estar muy cerca de la tierra soñada por sus seguidores. Porque la realidad dice que en las tres últimas décadas la UD Las Palmas sólo ha militado cinco temporadas en Primera, con una ruleta de cambios de timón que le hizo perder el rumbo incluso llevándola a la agonía en 2005.
 
En los ocho años de presidencia de Ramírez, que cubría un año de vacío al retirarle el Juez de lo Mercantil sus funciones al antecesor y dejar al club en manos de los administradores concursales, Las Palmas ha cubierto cada uno de sus objetivos deportivos aún estando atenazada por unos recursos hipotecados de la deuda heredada anterior al concurso. Pero a nivel administrativo Pío XII ha podido reflotar su nave con una política de austeridad basada en tapar los agujeros del pasado y en no generar números rojos. Y a nivel deportivo se ha logrado el retorno a la Liga Profesional, con el inmediato ascenso de 2006, superar luego en los años posteriores el vivir al límite en la clasificación, para ahora pasar a un nuevo aroma de equipo aspirante al ascenso. Volver a la Primera División es la guinda al trabajo de todo el equipo que coordina el actual consejo de administración de la entidad.
 


EL DESPERTAR DE LA CANTERA Y, AHORA, EL DE LA AFICIÓN
Sin duda el éxito principal de esta nueva etapa ha sido el haber abierto de par en par las puertas del primer equipo al trabajo de cantera. Varias generaciones de futbolistas caminan en pos de lucir el escudo de los cinco clubes fusionados en 1949, con productos que además mantienen una trayectoria al alza en el mercado de jugadores.
 
El último hecho relevante de esta etapa más reciente es el despertar del aficionado, como se ha podido comprobar en la recta final del octavo ejercicio, el de la promoción de ascenso. Es la pieza que faltaba por encajar en el puzle de cara a la próxima temporada donde el reto del ascenso se instala en el horizonte de la entidad. La labor bien realizada y abrigada por la comprensión de los fieles amarillos es lo que puede devolver a la Unión Deportiva a un lugar que, por desgracia, sólo está instalado en el recuerdo.
 


Uno de los logros bajo su recuperación: la recuperación de Germán Dévora, que regresa al club con el título de presidente de honor de UD Las Palmas. Nunca debió salir de la entidad.







Captación de talentos a coste cero, algo que no se recordaba en la entidad desde hacía décadas: Rondón -imagen-, Trashorras, Cejudo, Colunga, Márquez, ... se proyectaron en el club amarillo.





 
Dos ascensos con el filial a Segunda B en esta etapa de ocho años bajo su presidencia.
 
 
 
 
 
 
 
En 2012-13, apuesta por un técnico emergente como Sergio Lobera, que se ha hecho un hueco en el fútbol español en el escaparate de UD Las Palmas.
 
 
 
 
 
 
La buena sintonía con el Cabildo de Gran Canaria permitirá proyectos de avance a la entidad en el Estadio de Gran Canaria y en sus aledaños
fuente: tintaamarilla.es

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